jueves, 20 de noviembre de 2008

Profesión Docente

Introducción

Cada día nos vemos enfrentados como sociedad a
exigencias de variada índole; todos los oficios
y actividades nos exigen una preparación adecuada
para lograr ser productivos y producir con
calidad y esto especialmente en educación pues
desde la perspectiva que lo analicemos notamos se
califica como fundamental. Por ejemplo si una
persona tiene una visión empresarial y quiere
que su negocio cunda y sea productivo, debe tener
personal capacitado para hacerlo, gente adecuada
y educada que sea capaz de trabajar en equipo, de
aportar ideas y que esté dispuesta a aprender.
Desde otro punto de vista, por ejemplo una
persona normal, a través de la educación, va a
llegar a ser lo que desee y en cuanto mejor se
eduque, y en cuanto reciba más calidad de
enseñanza, mejor profesional será, siempre y
cuando reciba una educación integral.
Es por esto necesaria la educación, ya que de un
u otro modo aporta a la sociedad y contribuye a
mejorarla. Pero he aquí un punto crucial: para
que se logre esto la educación entregada debe ser
de calidad, entregada de forma equitativa y con
la intención de producir en el educado un cambio
y un aprendizaje a largo plazo. Es aquí donde se
debe trabajar arduamente, ya que lamentablemente
en la realidad educativa de gran parte de las
aulas esto no ocurre.
Los docentes han olvidado su función en la
sociedad, se han olvidado de que ellos son
imprescindibles en la entrega de la educación y
las personas. Los docentes han olvidado que de su
desempeño dependen muchos niños, muchas mentes en
formación que están esperando aprender y que
están capacitadas para adquirir conocimientos que
sean relevantes para ellos o que bien deban
aprender porque les será útil en la vida.
Cabe mencionar también el impacto de las
tecnologías de la información y comunicación, el
surgimiento de nuevos agentes formadores fuera de
la familia y la escuela, la irrupción de
múltiples identidades adolescentes conforman un
conjunto heterogéneo de problemas y situaciones
que han descolocado a los educadores. Mientras
muchos se sienten abatidos por el panorama, otros
hacen frente a la situación con una nueva actitud.
Afortunadamente, cada vez son más los docentes,
investigadores y funcionarios que dejan a un lado
inútiles certezas y asumen una posición desde la
cual observa, preguntan, imaginan y actúan.
Por muchas razones la educación está desgastada
en Chile, sedienta de vocación, de ganas de
avanzar, de aportar, de retomar el lugar que se
merece y nosotras como futuras profesoras debemos
entregar lo mejor para mejorar, tanto las vidas
de muchas personas como también la sociedad en
sí y abrirle el mundo de oportunidades que la
educación trae consigo.
Nuestro trabajo se basará en las dificultades que
enfrentan los docentes en la actualidad y las
dificultades que enfrentaríamos nosotras como
futuras profesoras de inglés para entregar
calidad, trabajar con equidad, desarrollar
competencias en nuestros alumnos todo esto sin
olvidarnos de nuestro marco regulador que es el
marco para la buena enseñanza.

Identificación del problema
Antes que cualquier otra cosa debemos analizar
en profundidad lo que significa ‘educación’. Aun
cuando el concepto ya lo conocemos es de vital
importancia mencionarlo cuantas veces sea
necesaria en la aventura que significa llevar a
la práctica su implicancia.
Se conocen múltiples definiciones para
‘educación’ y todas ellas en cierto grado aportan
a lo que en la práctica esta es. Se dice por
ejemplo, que es la presentación sistemática de
hechos, ideas, habilidades y técnicas a los
estudiantes o es definida, además, como el
proceso de socialización formal de los individuos
de una sociedad. Sin embargo, una de las más
acertadas, con respecto a los aspectos que vamos
a analizar, es la que dio uno de los más grandes
pensadores; Aristóteles, el dijo: “La educación
consiste en dirigir los sentimientos de placer
y dolor hacia el orden ético”. Puede que veamos
estas palabras de manera muy simple, pero en su
interior contiene una gran gama de diversos
aspectos que encierra la educación. Por ejemplo,
el hecho de que mencione los sentimientos dentro
de su definición, indica ya que el proceso es un
tanto complejo, donde no solo encierra un
traspaso de conocimientos sino también un
involucrarse emocionalmente (o más allá,
sentimentalmente) con la tarea de impartir
aprendizajes. Se habla aquí de cumplir a
cabalidad el objetivo planteado, es decir,
formar seres integrales capaces de trabajar y
armonizar sus dos grandes facultades naturales
como son el sentir y el pensar.
Por lo tanto, al analizar la ide planteada por
Aristóteles nos damos cuenta que esta tiene
estrecha relación con los conceptos de ‘Calidad’,
‘Equidad’, ‘Competencias’ y también con el
‘Marco para la Buena Enseñanza’; aspectos que
por cierto debe poseer la educación, de hecho
teóricamente los mantiene dentro de su
estructura, sin embargo, dista de lo que es la
realidad, lamentablemente.
Veamos cada uno por separado para luego
unirlos en su trabajo práctico, donde uno sin el
otro no podría estar, y ligarlo al concepto que
tenemos de educación, viendo además las
semejanzas y discordias que se presentan en la
práctica de la profesión.
Calidad
Como una definición general de calidad
encontramos que es aquella que dice que aquel
producto o servicio que adquiramos o prestemos
satisfaga nuestras expectativas (o de quienes
la reciban) sobradamente. Ahora, aplicando esto
al ámbito educacional cuando pensamos en
calidad debemos llevar de inmediato nuestra
mente al hecho de evaluar el proceso de
educación en un quehacer diario donde se
entregan armas suficientes para competir en una
igualdad de condiciones con otros involucrados
en la misma finalidad. Al llegar a este punto,
es necesario considerar tres aspectos con
respecto a esto: primero, la capacidad del
alumno, quien juega un papel fundamental en el
aprendizaje y eso no esta en cuestionamiento;
segundo, la capacidad del educador, quien es el
mediador entre el aprendizaje y su destinatario
y finalmente, y no de menos importancia, la
capacidad de la institución, donde se encuentra
albergado un tema estructural y por lo tanto
complejo.

Equidad
Esta palabra tiene una connotación de
justicia e igualdad social, además se piensa,
dentro de su definición en una valoración de la
individualidad que claramente al llevarla al
plano educacional pensamos en una forma de
impartir aprendizajes de manera que no se hagan
diferencias de ningún tipo, claro esta hasta el
momento estamos viendo lo que es la definición
ideal, pues bien sabemos que ninguna de estas
cualidades que deberían estar en la educación se
presentan a la perfección tanto en Chile como
así tampoco en cualquier otro país alrededor del
mundo.


Competencias
Este concepto, previamente analizado,
que se presta para ambigüedad. Sin embargo
tomaremos la definición de Yolanda Argudín quien
dice de competencia: “son un conjunto de
conocimientos, habilidades y valores que
convergen y permiten llevar a cabo un desempeño
de manera eficaz” (Argudín, s.f) Siendo este
tema un aspecto fundamental que sin lugar a
dudas debe estar presente dentro del proceso
educativo y en la práctica diaria de la
profesión.

Marco para la Buena Enseñanza
El marco para la buena enseñanza
planteaba en resumidas cuentas, las técnicas con
las que un docente podía desarrollarse de tal
manera que estuviera comprometido con su
profesión y lo demostrara. Se hablaba de cuatro
específicos dominios: preparación de la
enseñanza, con el objetivo de manejar un
conocimiento general de lo que se desea
transmitir y de esa forma saber como desde que
punto de vista involucrar al alumno, creación de
un ambiente propicio, enseñanza para el
aprendizaje de todos los estudiantes y las
responsabilidades profesionales. Dichos dominios
trabajan en conjunto a fin de mejorar, o
intentar, la educación.
Sin viene cierto, fueron analizados por
separados, dentro del concepto que nosotros
manejamos de educación, donde el objetivo es la
integración, cabe la posibilidad de
visualizarlos fragmentadamente. Cada uno va de
la mano y en estrecha relación con el otro, por
ejemplo cuando hablamos de calidad nos referimos
a un concepto, dentro de la educación, que debe
considerar la equidad pues ¿cómo se puede hablar
de una educación de calidad, lo que incluye
formar seres integrales para el crecimiento de
la entera sociedad, si hacemos diferencias
socio-económicas o en resumidas cuentas no se
practica la equidad? A su vez, la calidad y
equidad están dentro de las competencias que un
docente debe manifestar y demostrar de acuerdo a
lo planteado en el marco para la buena enseñanza.
Esto en términos teóricos. ¿Qué pasa,
entonces, con la práctica? El previo examen de
los conceptos no llevo a darnos cuenta de
ciertas falencias. Como se decía, en teoría todo
marcha a la perfección, sin embargo, al echar un
vistazo a la realidad nos damos cuenta de que
hay ciertos desacuerdos y discordias entre
aspectos que deberían armonizar.
Por tanto, veremos en más profundidad
especialmente una de estas ‘grietas’: la
disociación que hay entre razón y emoción. En
nuestra visita al Liceo Comercial Andrés Bello y
Colegio Amanecer (ambos de Coronel) pudimos
notar que los profesores en su afán por
conseguir buenos resultados en términos
matemáticos han dejado de lado un poco lo que es
‘atacar’ los sentimientos del alumno para que
este logre comprender lo necesario que es el
preocuparse de su enseñanza pensando en lo que
esta significara en su futuro, tanto profesional
como en lo que a calidad humana respecta.

Propuesta de Solución
Este problema encierra, realmente, un
tema complejo. De hecho lo que hace al humano un
ser especial o superior es su capacidad de
sentir emociones, tener conciencia de que tiene
sentimientos y de que necesita ser válido o
aceptado por la sociedad que lo rodea.
Como bien lo dice un refrán: “la calidad
empieza por casa”, es decir, cuando queremos que
nuestra educación sea de calidad debemos
comenzar por la base, que es la familia. Aquí
también debemos aplicar el concepto de equidad
pues no todos los casos son iguales, los
contextos son diferentes y nos enfrentamos a
personalidades distintas, sin embargo y
favorablemente, somos seres creados para vivir
en sociedad y en consecuencia, tenemos la
capacidad o la habilidad innata de empatizar y
ceder en ciertos casos para crear así
armónicamente un grupo que se desarrolle en
conjunto y sea capaz de hacerlo integralmente.
Claramente no vamos a lograr solucionar
este problema a cabalidad pues es parte de la
estructura de un país, donde desde un principio
no se tomo adecuadamente las riendas de la
educación para que esta fluyera hasta llegar a
su más pura expresión, sin embargo, como futuras
docentes deseamos plantear nuestras ideas de
innovación a la manera de transmitir
aprendizajes. Pensamos, por ejemplo, en
capacitaciones para los alumnos, en primera
instancia, para que ellos logren unificar su
visión de educación (transmitir conocimientos
rígidamente estructurados y evaluados por un
sistema arcaico de medición intelectual) con la
que realmente es, la que encierra una unidad
entre la razón y las emociones. Pero para que el
alumno capte de forma adecuada cada conocimiento
que el profesor trata de transmitir, es
necesario que además de prestar la orientación
necesaria que el alumno requiere, se debe
incluir a los padres en esta determinación,
debido a que como decíamos: ‘la calidad empieza
por casa’.
El hogar es el mayor constituyente de la
educación, en algunos casos donde la familia
proviene de clase social baja existe un
estigmatización donde el alumno piensa que por
el solo hecho de pertenecer a esta sociedad en
este nivel, está imposibilitado de tener una
educación igual o superior a la de las demás
personas y la de sus compañeros, y en la mayoría
de los casos en donde el alumno no presta
atención sucede por este motivo. Creo que la
desmotivación proviene principalmente de la casa,
pero nuestra tarea de futuras educadoras nos
indica que debemos cambiar esta percepción en el
alumnado en general, debemos integrar prácticas
elocuentes para que el alumnado elimine de raíz
su forma equívoca de desenvolverse en clases y
comience con un cambio notorio en la que
disfrute al adquirir conocimientos, poder
eliminar esa estigmatización que equivocadamente
le da la sociedad y ellos mismos.
Debemos incluir un plan donde padres y alumnos
participen en el desarrollo de la educación de
sus hijos, que sean los mismos padres quienes
planteen alguna medida que deba tomarse, y que
no se sientan excluidos del tema, que a ellos
también les concierne y no es solo trabajo de
los profesores “corregir” a sus hijos. Como
ocurre en la mayoría de los establecimientos
municipales, que los padres por el solo hecho de
que la escuela o liceo sea municipal se
despreocupan de lo que ocurre en el aula de
clases y sienten que no es deber de ellos
inspeccionar la manera en que sus hijos se están
educando. Sin saber que ese es uno de los
errores más graves que suelen cometer, pero al
momento en que se le notifica que su hijo por
ABC motivo no está rindiendo como debe ser, la
primera medida que toman es en contra del
profesor. Es por esto necesario y recalcar
nuevamente que debe existir un plan donde
profesor, alumnos y padres puedan aportar ideas
para la mejora de la educación que se está
entregando, no se debe excluir a nadie, incluso
es el Establecimiento mismo el que debe estar
comprometido con el arduo trabajo que esto
significa.

Bien sabemos que armonizar la razón y la
emoción en la educación es difícil, pero aún así
no es imposible. Querer es poder, y nuestra
postura, nuestra fe definiéndola como ‘la
expectación segura de las cosas que se esperan,
la demostración evidente de realidades aunque
no se contemplen” (Hebreos 11:1, Traducción del
Nuevo Mundo de las Santas Escrituras),
demostrará que es posible mejorar, aunque sea
en ciertos aspectos, la educación. Por ese
norte estamos trabajando y trabajaremos hasta
conseguirlo.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Competencias en la profesión docente

Marco Teórico

La “competencia” es definida como la “pericia, aptitud, idoneidad para hacer algo” (DRAE, 2001). Se dice de alguien que es “competente” cuando tiene capacidades para ocuparse de una labor. Por eso es que a diario el hombre se enfrenta a situaciones
que exigen competencia: la vida familiar exige padres competentes, la fábrica
requiere operarios competentes, y en el ámbito de la educación, el término “competencia” adquiere una especial relevancia.

Origen

El uso del término “competencia” en Educación proviene de dos vertientes
diferentes si seguimos a Martín-Barbero (2003).
Por un lado, ingresa a trevés de los estudios cognitivistas, concretamente los que realizó Noam Chomsky en lingüística y uso de la lengua en la década del 70. La teoría de la gramática generativa se sustenta en Saussure quien divide analíticamente el idioma en lengua y habla. Mientras Saussure estudia únicamente
el sistema de signos (lengua), Chomsky propone una lingüística del habla. Simplificamente, podría decirse que Chomsky divide el habla entre competencia, “la capacidad que desde muy pequeños tienen los humanos de entender frases nuevas y de producir mensajes nuevos” y performance, “la actuación, la realización de esa capacidad, entendiendo y produciendo mensajes nuevos” (en Barbero, 2003). De ahí
que el concepto de competencia entra al campo de la comunicación, los estudios posteriores se centrarán en dilucidar el origen y la esencia de la competencia comunicativa del hombre.
Por otro lado, el mundo empresarial estaba viviendo un proceso de reingeniería que involucraba "las destrezas del saber-hacer con la capacidad empresarial de competir, esto es, de ganarle a los otros competidores en la capacidad de producir rentabilidad" (Barbero, 2003). De hecho, es éste sentido el que se nos viene primeramente cuando hablamos de un individuo competente. Además,
es innegable que la competencia de alguien es evidenciada en la elaboración de un producto, tal cual la competencia linguística Chomskyana sólo se aprecia a través
de la performance o las realizaciones concretas de individuos.
La Educación se ha visto influenciada por ambas corrientes. Como se ve reflejada en los currículos o programas, al mismo tiempo que se ha puesto énfasis
en el aspecto de desarrollo cognitivo, las “habilidades” por sobre el “conocimiento”, también se hace incapié en los resultados, en la formación de estudiantes capaces, útiles y productivos a la sociedad, rentables para el desarrollo el país.

Problemas

Debido a que “competencia”es un concepto utilizado en diversos campos y tiene diferentes usos, se presta para ambiguedad. De modo que un primer problema para el enfoque de competencias en educación, es definir qué es competencia.
Algunos como Yolanda Argudín parecen tener zanjado el tema: “las competencias son un conjunto de conocimientos, habilidades y valores que
convergen y permiten llevar a cabo un desempeño de manera eficaz” (Argudín, s.f.). En otras palabras, Argudín plantea que un alumno está construyendo competencias
en sí mismo en la medida que logre los objetivos de manera eficiente, y agrega
“que obtenga el efecto deseado en el tiempo estipulado y utilizando los mejores métodos y recursos para su realización”. Pero esta claridad no nos parece tal. Definir competencia como un “conjunto” de “p, q y r” exige explicar qué son p, q
y r, cómo interactúa entre sí. Además, Argudín dice que las competencias implican una dimesión valórica, pero siguiendo con su explicación de que estas “convergen
y permiten llevar a cabo un desempeño de manera eficaz”, podemos imaginar un escenario en que dos alumnos trabajen durante semanas para efectuar una
“disertación eficiente” pero por motivos diferentes: Juan está interesado en el
tema porque le gusta y quiere compartirlo con sus compañeros. Pedro, por otra
parte, necesita una buena calificación para no dar examen a fin de año. ¿Qué
tienen que ver los valores con la eficacia? ¿Conseguir el objetivo por motivos incorrectos significa ser incompetente? Quizá estas preguntas nos lleven a un
plano más filosófico en la discusión, pero evidencian que el concepto de
competencia es amplio.
Con más frecuencia, los autores se refieren a las competencias como conceptos ambiguos. Martiniano Román Pérez señala: “Lamentablemente, competencia
es un concepto confuso, equívoco, multifacético y “de alto riesgo” en educación. Antes de aplicarlo, es necesario definirlo” (Pérez, 2005). Por eso es valiosa la reflexión que hace Carlos Barriga Hernández sobre el concepto. Él dice que “competencia en tanto aptitud es un tipo de capacidad humana. Un tipo de
capacidad consistente en hacer algo, para producir algo tangible. En la
competencia algo viene a la existencia y se evidencia en una obra” (Barriga, 2004). Desde su punto de vista, no son competencias el conocer o valorar algo. Así
“valorar la importancia de los dientes” o “identificar incisivos, caninos y
molares” no son aptitudes que impliquen un hacer como en el caso de “extraer la muela a un paciente”. En este punto notamos una profunda diferencia con lo que plantea Argudín, si bien más adelante, Barriga apunta a la importancia del
conocer y valorar al desarrollar competencias.
Otros puntos que añaden claridad al concepto son 1) la producción de
la obra implica un conjunto organizado de procedimientos conocido como técnica. Cognitivamente, es lo que se denomina, “saber hacer”. 2) la competencia implica excelencia, un hacer bien. Barriga pone el ejemplo de un carpitero que entrega un mueble mal terminado. Obviamente, no lo consideramos competente como carpintero.
3) la dicotomía entre competencia potencial y actual, tomada desde Aristóteles. Barriga dice: “En sentido potencial la competencia es el saber las reglas para
hacer algo sin llegar al hacer mismo [...] En sentido actual la competencia es el hacer mismo, la ejecución y desarrollo de la acción que lleva a producir lo que
se quiere” (Barriga, 2004). y 4) quizá uno de los más interesantes, es lo que el autor denomina saber experiencial, que se obtiene a partir de la ejercitación, la repetición. Como el mismo explica es:

“un saber personal porque la experiencia de uno no es la misma de la de otro. Así mismo es un saber inconsciente, que funciona de un modo implícito al punto que ni
la misma persona que lo posee puede explicitarlo. Por esta razón no puede
enseñarse a otro pero sí puede aprenderse por imitación, en contacto directo con
el maestro” (Barriga, 2004).

Barriga ejemplifica con la práctica profesional que se realiza en los currículos universitarios, donde el alumno aprende por experiencia, por estar en el entorno vivenciando las actividades.

Como apreciamos, el concepto de competencia es complejo y profundo. Y
aunque se ha clarificado su significación, ahora aparece un segundo problema consistente en establecer cuáles son las competencias necesarias en la sociedad actual. Nuevas estructuras sociales, valores familiares, formas de trabajo y ocio, avance del conocimiento y la tecnología, problemas y desafíos globales, etc. conlleva a que los seres humanos desarrollen nuevas destrezas, nuevas
competencias. Por tanto, será fundamental para los sistemas educativos
identificar esas competencias y transmitirlas a la sociedad para una mejor adaptación al cambio. Más adelante se hablará de las competencias de la profesión docente.

Un tercer aspecto que se debe tomar en cuenta es si se está hablando de
las competencias de los profesores o de los alumnos. El escenario más adverso
sería que un profesor no conoce el trabajo por competencias porque no fue formado así y por tanto efectúa sus clases con un marcado énfasis en el conocimiento. El único modo de enseñar que conoce es la clase expositiva y el único modo de
evaluar, el examen con preguntas de opción múltiple. En ese caso ni el profesor
ni los alumnos conocen la idea de competencias. Esto no significa que no tengna ninguna competencia, puesto que las vivencias en el mismo colegio, el compartir
con sus compañeros, los medios de comunicación, las experiencias en su hogar, etc. también ayudan a crear competencias de un modo “inconciente” (según deducimos a partir de Barriga). Lo mismo vale para el profesor. Ahora bien, la educación por competencias requiere necesariamente que los profesores sean formados (posean) un abanico de competencias para transmitir a sus alumnos. Una competencia básica
sería saber cómo desarrollar competencias en otros. Pero esta competencia no la necesitan los alumnos. De modo que se esperaría, que el profesor tuviera, además
de las competencias que un alumno necesita en el día de hoy, otras relacionadas
con su labor docente. No sería provechoso que un profesor tuviera desarrollada la competencia relacionada con la expresión en público, pero que no supiera cómo transmitirla a sus alumnos.

Cómo último aspecto, podemos mencionar el desafío de implantarlo en un sistema educativo. Una vez establecidas las competencias que un profesor debe
poseer para desempeñar su profesión se necesita que las universiades utilicen programas que formen a los docentes de esa manera. Se necesitan formas de
enseñanza y métodos de evaluación de competencias. Al respecto, el documento La profesión docente en América Latina y las competencias profesionales señala que:
Aunque no se puede desconoce que el desarrollo de competencias puede traer
consigo nuevas dificultades o retos para los que habrá que generar espacios de reflexión crítica y nuevos marcos conceptuales y metodológicos, al menos se
atenderá uno de los desafíos fundamentales de la formación docente: la
articulación entre la formación de docentes y los requerimientos de la práctica profesional concreta. (s.a., 2004)

Do modo que la práctica docente surge como uno de los momentos decisivos para la formación de profesionales competentes. Quizá sea este aspecto al que debe darse mayor énfasis si se quiere mejorar la educación de cualquier país. Ávalos (2002)
nos informa de los buenos resultados de varios proyectos “de sistema de formación práctica de los alumnos” en los que se trabajó “a partir de un concepto de aprendizaje docente “situado” o focalizado en contextos de trabajo propios de la labor docente”.

Ventajas

Si situamos en su debido lugar los problemas relacionados con la educación por competencias mencionados anteriormente, veremos que hay muchas ventajas en educar
de esta manera.
El mundo ha sufrido profundas transformaciones. Vivimos en lo que se denomina sociedad de la información, la sucesora de la sociedad industrial. Las
TICs (tecnologías de la información y la comunicación) se han incoporado en todos los procesos productivos y han acelerado la globalización, proceso que comienza
con la integración de las economías nacionales pero que afecta la sociedad y la cultura igualmente. En este contexto, Yolanda Argudín comenta que “Hoy el conocimiento se renueva cada cinco años y en ese lapso se genera más información
que en todos los cientos de años previos; esta transformación conduce a que la educación se plantee de manera diferente” (Argudín, s.f.). Diferente, porque ya
no pueden usarse los métodos memorísticos de antaño. Ya no es útil sólo conocer datos y aprender contenidos. Hoy se necesitan habilidades para manejar la enorme cantidad de información accesible fácilmente. El desarrollo de competencias se vuelve esencial para desenvolverse normalmente en el mundo de hoy.
Esto implica una necesaria vinculación entre teoría y práctica, porque
como dice la misma autora:

La educación basada en competencias se refiere a una experiencia eminentemente práctica, que necesariamente se enlaza a los conocimientos para lograr un fin: el desempeño. En otras palabras, la teoría y la experiencia práctica se vinculan utilizando la teoría para aplicar el conocimiento ala construcción o desempeño
de algo (Argudín, s.f.).

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Enrique Molina Garmendia


Enrique Molina Garmendia nació el 4 de Agosto de 1871 y murió el 8 de marzo de 1964 en Concepción a la edad de 93 años. Estudio en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, graduándose como pedagogo en Historia y Geografía en 1892 y en la Escuela de Derecho, obteniendo su título de abogado en 1902.
Molina Garmendia fue un genio, capaz de estudiar varios idiomas extranjeros para estudiar la obra de los pensadores en su idioma original. Tiene una destacada y vasta obra literaria y filosófica que es reconocida a nivel internacional. Entre sus obras se cuenta: La misión del Profesor y la Enseñanza (1907), La filosofía Social de Lester Ward y la Ciencia y el Tradicionalismo (1909), El pragmatismo de Williams James, Filosofía Americana, Las democracias Americanas y sus Deberes, Proyecciones de la Intuición, Nietzsche Dionisiaco y Asceta, La herencia moral de la filosofía Griega, La Filosofía en Chile en la primera mitad del siglo XX: Notas y recuerdos. Como reconocimientos a su ardua labor en pro de la educación recibió 'el título' de profesor honoris causa de la Universidad de Concepción y rector vitalicio de la Universidad de Concepción. Además, fue reconocido en sus incontables viajes al extranjero con múltiples condecoraciones, entre ellas: medalla Goethe, Alemania, Miembro académico de la facultad de filosofía de la Universidad de Chile, Santiago de Chile, Oficial de la Academia del Ministerio de Instrucción pública, Francia, Caballero de la corona, Italia, Miembro del Ateneo, México, Premio de Arte de la Municipalidad de Concepción, 1953, Chile.
Su vida siempre estuvo ligada a la educación; se desempeño como: profesor del Liceo de Chillán hasta 1903, Profesor del Liceo de Concepción (actual Liceo Enrique Molina) desde 1903-1905, Rector del Liceo de hombres de Talca desde 1905-1915, Rector y profesor del Liceo de Concepción desde 1915-1935, Presidente del Comité pro-universidad en 1917, Profesor de Filosofía y Sociología de la Universidad de Concepción desde 1919 y Ministro de Educación Pública en los años 1947 y 1948.
En el Liceo de Talca tuvo una dificil tares, el trabajar como rector no era nada tan sencillo; había personajes que actuaban como "profesores" y siempre discutían las ideas de los rectores en las tertulias de las casas principales. Por tal razón, Molina llevó a Alejandro Venegas de vicerrector como su apoyo principal para plasmar sus ideales. El consideraba ocupaba " un viejo caserón de un piso, achaparrado, ruinoso, y por entonces, sucio". Nada para inspirar el cultivo del conocimiento. Tanto era el frío que los profesores, en invierno, entraban con un ladrillo caliente "de estufa personal". La disciplina era feroz, con castigos de más de 100 horas...entre los más sancionados, nada menos, Mariano Latorre.
Más modernos, Molina y Venegas oían a los estudiantes y crearon las conserjerías sistemáticas para atender a sus demandas y necesidades, así como también se remozó y pintó completo el caserón que no había visto un aseo profundo en años. También despidieron profesores de larga data, los no dispuestos a reformar el sistema de enseñanza que ellos traían del Instituo Pedagógico y del célebre Congreso Educacional de 1903, donde se enfrentaron los humanistas con los que querían una formación más práctica.
En la Universidad de Concepción fue rector desde la fundacíon de esta en marzo de 1917 hasta abril de 1956. He aquí algunas citas en relación a la formación de la Universidad.

- "La universidad, además de que forme profesionales de carreras liberales y profesionales técnicos, como los reclamaba el desarrollo e incremento de la riqueza nacional, sea un centro de variadas informaciones para el público, de extensión universitaria, de investigaciones y experimentaciones científicas y de fomento de la más alta cultura literaria, humanista y filosófica".

- " El alma de la universidad tiene que formarla un ambiente filosófico y ético, que dejandose sentir en cada escuela, encuentre su expresión definida en una facultad central de filosofía y en el cultivo de las humanidades".

- "El campanil, cortándose sobre los oscuros pinares y en el luminoso raso del firmamento, es bello. Será siempre bello. Va a ser el símbolo universitario por excelencia, signo de rectitud y elevación, columna que difundirá en las almas goce, placidez y serenidad, flecha que apunta a la altura, como la filosofía, donde más allá de las nubes que amedrentan, triunfa la claridad celeste".

martes, 27 de mayo de 2008

Taller práctico de visita al Colegio



La educación en Chile actualmente,
ha tomado un rumbo equivocado,
apuntando más bien al lucro y
enfrentándose, por tal razón, a
diversos problemas. Entre los más
comunes tenemos la brecha
socio-educacional entre colegios
estatales y privados; existe una visión
desvirtuada de los establecimientos
municipalizados y otra muy idealizada
de aquellos particulares y esto ha llevado
tanto a educadores como a apoderados
a motivar a los alumnos a ‘migrar’ del
sector público al privado, teniendo siempre
como objetivo la superación de ellos
mediante una ‘educación de mejor
calidad’. Pese a que el propósito de
este método de aprendizaje es afable
no logra ser, en la práctica, lo que en
esencia se piensa y ha terminado en
la separación según clases
socio-económicas y no según capacidad
de aprendizaje y adaptación.

Teniendo en cuenta estos antecedentes,
decidimos realizar nuestro estudio en una
institución cien por ciento municipal; en
el liceo Andalien A-34, fundado el año 1956
por don Ramiro Páez, quien realizó las
inscripciones en dada fecha, y Domingo
Mora Turra, primer rector. Ubicado en Rozas
1445, Concepción, atiende a 1.240 alumnos
con un personal docente de 30 profesionales.
El liceo está orientado al área científica
humanista y técnica, se encuentra asociado
al instituto profesional INACAP dando a
los 3º y 4º medios la oportunidad de
terminar su enseñanza media con una mención
o capacitación profesional en telecomunicaciones
y conectividad en redes con el que se busca
desarrollar un nuevo contingente de recursos
humanos, habilitado en competencias laborales
mínimas y oficios preestablecidos que responden
a los requerimientos del mercado laboral de la
localidad.

Dentro de los objetivos principales del
colegio, y según lo señaló el profesor de
Biología y orientador, Miguel Olivares, se
cuenta el “desarrollar los contenidos mínimos
del ministerio de educación y que esto pueda
llevar a desarrollar en los alumnos una
personalidad crítica, adaptativa y emprendedora”.
Para esto se inserto en el plan de estudio la
jornada escolar completa el año 2001, para,
además, mejorar el rendimiento académico,
disminuir la deserción, aumentar la matrícula y
asistencia media. Sin embargo, los diagnósticos
arrojaron que tales fines no fueron alcanzados y
para suplir la necesidad vista es que se creo el
convenio con la I. Municipalidad de Concepción,
CISCO, Telefónica del Sur e INACAP debido
a que muchos de quienes estudian aquí no
pretenden seguir en la enseñanza superior
que les conlleve más años de estudio
(llámese universidades o institutos).

El liceo Andalien busca, idealmente,
formar personas con habilidades sociales
activas para un sistema democrático, con un
respeto hacia los ejes centrales de la sociedad
que es, en esencia, la familia. Y este último
aspecto llama la atención porque los alumnos
vienen de hogares muchas veces divididos,
familias monoparentales o con graves problemas
de drogadicción, alcoholismo o delincuencia.
Y se enfrentan, por decirlo así, a la decisión
entre seguir el ejemplo de sus progenitores o
familiares cercanos, o más bien optar por
tomar las oportunidades dadas por el liceo para
enfrentar de una forma madura la realidad y
salir airosos. Muchos de los alumnos encuentran
dentro del liceo su proyecto de vida, pues en
su hogar la motivación es mínima y, en algunos
casos extremos, nula.

Debido a que las precariedades del alumnado
en general son abismantes el Liceo funciona
con: Biología, Psicología y Espiritualidad, dando
prioridad a estos dos últimos por la falencia en
autoestima, en amor y entusiasmo con respecto
a lo que significa educación.

Para concretar un estudio profundo del
funcionamiento, el Liceo Andalien se sometió
al análisis FODA (
Fortalezas, Oportunidades,
Debilidades, Amenazas) el cual ha resultado ser
una herramienta fundamental para su desarrollo.
Las fortalezas, o capacidades actuales del
establecimiento que lo hacen competitivo en
cuando a entregar formación adecuada, con la
que cuenta la institución está el hecho de que
hay disposición de parte de los profesores para
trabajar con los alumnos hasta conseguir
buenos resultados. Como Oportunidades, o
características que permiten acceder al objetivo
planteado, se toma el caso del convenio que se
logró hacer con el Instituto Profesional INACAP.

Con respecto a las Debilidades y Amenazas,
que son, en definitivas cuentas, las características
que actualmente dificultan la realización del objetivo
principal y características del entorno que pueden
complicar en el corto, mediano o largo plazo el
desarrollo de lo que se busca como fin, se puede
mencionar nuevamente la condición real a la que
se enfrentan los alumnos. Ellos se encuentran muy
inestables emocionalmente, pues en sus hogares
han sufrido maltratos, abandonos, violaciones y
un sin número de atentados a los derechos humanos.

Como consecuencia del análisis bajo
los estándares de FODA es que el Liceo ha
adoptado una manera peculiar de enfrentar las clases,
dando tiempo a lo que son los talleres de sexualidad,
autoestima, desarrollo personal, etc. Esto fue recalcado
por el profesor Miguel, dando su caso como ejemplo.
El es profesor guía de un tercero medio y además
atiende a un par de cuartos medios y varios primeros
medios y su comentario fue explícito al decir que
muchas veces prefiere tratar en una clase de Biología
el problema que hubo en el recreo para evitar así
conflictos mayores que pueden surgir fuera del aula
y que evidentemente podrían desembocar en un
accidente de nivel considerable. Aunque suene crudo
es la realidad que se vive en este sector y hay que
saber enfrentarlo, para eso se utilizan formas de psicología
de tal manera que se llegue al centro del problema para
entonces poder atacarlo.

Según el profesor, el Liceo entrega los medios
necesarios para desarrollarse en de la sociedad.
Dentro del plan de estudio se considera bastante lo
que es la formación como persona y no solo una
entrega de información para cumplir con los estándares
nacionales. Por supuesto, están también considerados
los casos en que son los alumnos quienes deciden
apartarse de la guía entregada y en tales situaciones
el Liceo es poco lo que puede hacer por motivo de
que el sistema, en ciertos aspectos, logra ser más
fuerte por ser el que rodea la mayor parte del tiempo
y la vida del joven, y ahí es donde no se puede forzar
el desarrollo.

De acuerdo a la visión que tienen los
alumnos del Liceo varía de un nivel al otro. Por
ejemplo, Carla Alarcón, alumna de un cuarto medio,
comentó que el Liceo toma la educación desde el punto
de vista errado. Para ella este concepto es solo
preparar a los alumnos para la enseñanza superior,
y en el Liceo se da importancia mayormente a lo
que es resolver problemas que desde el hogar ya
deberían venir trabajados. Aunque no desechó
completamente el mérito que tienen los docentes
al preocuparse de tales aspectos, criticó al Liceo
diciendo que debería pensar, además, en la
manera de estimular e informar a los alumnos
adecuados para rendir la PSU y entonces
darles la oportunidad más latente de entrar a
Universidad. Con respecto a esto, como grupo
hemos pensado en trabajar desde lo antes posible
apoyando a quienes necesiten información de
institutos o universidades y así ir fortaleciendo esta
‘deficiencia’ que ellos mismos consideraron. Se
pensó en charlas, más que entregar la materia
en estricto rigor de lo que es la PSU pues la
docencia es quien se encarga de ese aspecto,
y orientar a los alumnos dándoles una visión amplia
de lo que ellos pueden ser capaces de lograr, del
gran campo de oportunidades que tienen ante
sí para alcanzar sus metas saliendo de la enseñanza
media y de cómo pueden aprovechar lo que ya se
está viendo ante ellos.

También pudimos conversar con una alumna
de 3º medio, Catalina Cancino, quien cuenta una
versión muy diferente de lo que ve en su Liceo con
respecto a su anterior compañera. Ella, según sus
comentarios, considera de gran valor el trabajo que
se lleva dentro del Liceo, debido a que se ha
preocupado de los problemas profundos de los
alumnos para partir desde ahí con la formación
para que esta sea de calidad. Catalina está siendo
beneficiada por la capacitación profesional impartida
por INACAP y comenta que esta es una oportunidad
abierta a todos los alumnos que deseen ampliar sus
fronteras fuera de la enseñanza media y aun estando
dentro de ella. Dice que educación, tanto para ella
como para el Liceo, es formación integral de la
persona como ser que debe ser inserto en una
sociedad cambiante y competitiva. Por otro lado,
ella comento algo con respecto a la psicología que
se usa en el Liceo; el hecho de que se hace un ‘taller
para pololos’, que en otro establecimiento no se ha
realizado. Este taller buscar llegar al corazón de los
alumnos, más bien que de las alumnas, por el
conocido hecho de que son los hombres quienes
tienden a esconder lo que sienten y cuando
tienen problemas explotan a la más mínima
provocación trayendo problemas no tan solo a
ellos sino también al Liceo como institución
y como cuerpo docente e integridad física del
alumnado. Por lo tanto, cuando se ve que hay
una ‘nueva pareja’ los orientadores los toman
y en vez de llamarles la atención comienzan
a trabajar con ellos para en cierto modo poder
‘controlarlos’.

En resumidas cuentas, para este Liceo
la educación toma una visión bastante peculiar.
Se centra, por la misma circunstancia a la que
se expone, en la entrega de valores prácticos
y funcionales necesarios para que el alumno sea
capaz de desenvolverse en la sociedad como
un ente que puede convivir, que pese a sus
carencias emocionales y afectivas, es capaz
de adaptarse y acostumbrarse al ‘normal’ de
la gente y relacionarse con ellos sin tener conflictos
de considerable magnitud. La validez de este
concepto de educación que presenta el Liceo
ha sido comprobada con los cursos ya egresados,
quienes, aunque no han cumplido con el ideal de
terminar la enseñanza media y después de cierto
tiempo ingresar a la universidad o instituto,
han cumplido con el objetivo básico antes ya
mencionado. Los alumnos adquieren competencias
útiles en cuando a la relación con sus pares o sus
mismos familiares y eso tiene mucho más valor
que si adquirieran conocimientos seglares en
cuanto a conocimiento general de anatomía,
matemáticas, gramática etc., que en su vida muchas
veces son vanos pues no conocen la manera de
aplicarlos.

Consideramos que el Liceo ha atacado en
el punto justo que necesitan muchos otros
establecimientos a nivel nacional. Y para darse
cuenta solo basta mirar un poco alrededor y ver
como ha deteriorado el respeto, el autocontrol, la
civilización en nuestra sociedad. Más que nada
eso es educación, eso es cultura, no solo ver
y reconocer que hay objetos emblemáticos en
nuestro país dejando pasar por alto lo que en
esencia es la educación. Aunque suene, quizás
hasta ridículo, educación es: saber botar la
basura en su lugar, escribir donde debe hacerse
tal actividad, expresar las ideas como un ser
civilizado idealmente lo haría, ser capaz de
mirar hacia el lado antes de dar un paso
por consideración y precaución de no pisar al
compañero, poder tener el sentido común de
crecer en conjunto. Mientras no se alcance este
nivel básico de educación difícilmente los
Liceos o Colegios lograrán lo que quieren con
sus alumnos con respecto a temas filosóficos
o por el estilo o quizás lo harán pero ¿será eso
realmente lo que se llama educación de calidad?

Según nuestra evaluación, el Liceo
Andalien presenta falencias en lo que respecta
a la formación personal de cada alumno, hecho
que seguramente está presente en la mayoría de
los colegios pero que aquí se hace más evidente
por el hecho de masificarse. Sin embargo, el personal
docente ha sabido enfrentar tal desafío y es por
la manera en que lo ha hecho que nosotros
consideramos calificarlo bajo la teoría del capital
humano. Donde
la inversión en conocimiento
constituye un factor decisivo cuando se trata de
asegurar el bienestar humano. Y para nosotros es
esa la visión que el Liceo ha tomado de sus
alumnos y con el cual nosotros también queremos trabajar.

Paideia


“En cierto sentido, el espíritu o la fuerza vital
activa tanto en los animales como en el hombre
pudiera compararse a un flujo de electrones o
electricidad a través de una máquina o un aparato
eléctrico. La electricidad invisible se puede utilizar
para ejecutar varias funciones, dependiendo del
tipo de máquina o aparato que esté recibiendo la
energía. Se puede hacer que las estufas produzcan
calor, los ventiladores produzcan viento, las
computadoras resuelvan problemas y los aparatos
de televisión reproduzcan figuras, voces y otros
sonidos. La misma fuerza invisible que produce
sonido en un aparato puede producir calor en otro,
computaciones matemáticas en otro. Pero, ¿asume
alguna vez la corriente eléctrica las características
frecuentemente complejas de las máquinas o
aparatos en los cuales funciona o está activa?
No, sigue siendo sencillamente electricidad...
una simple fuerza o forma de energía.
               De manera similar, tanto las criaturas
humanas como los animales “tienen un solo
espíritu,” una sola fuerza activadora. El espíritu
o fuerza vital que le hace posible al hombre
ejecutar funciones de la vida de ninguna manera
difiere del espíritu que les hace posible a los
animales hacer eso. Ese espíritu no retiene las
características de las células del cuerpo muerto.
Por ejemplo, en el caso de las células cerebrales,
el espíritu no retiene la información almacenada
allí y continúa los procesos del pensamiento por
separado de estas células. La Biblia nos dice:
“Sale su espíritu [rúahh], él vuelve a su suelo;
en ese día de veras perecen sus pensamientos.”
—Salmo 146:4.
Puesto que esto es lo que sucede, la
vuelta del rúahh o espíritu a Dios sencillamente
no podría querer decir que la existencia consciente
continúa. El espíritu no continúa los procesos del
pensamiento humano. Es solo una fuerza vital que
no tiene existencia consciente por separado de un
cuerpo”

“Toda educación es el producto de la conciencia
viva de una norma que rige a una comunidad humana”
               La conciencia viva propia del ser humano
rige su conducta y la orienta hacia un fin positivo
y esto mismo busca lograr las normas que se
establecen dentro de cierto grupo. Incluso esta
conciencia guió al ser humano desde sus comienzos
enseñándole a sobrevivir en su ambiente natural.
Cuando la conciencia gira en torno a querer desarrollar
las capacidades de cada miembro (con un fin colectivo)
o perfeccionar lo que ya se ha descubierto o creado,
tiene como producto lo que llamamos educación. Ahora,
ese no es el fin del proceso, pues el hombre al ser un
viviente creativo, innovador y dotado de la capacidad de
pensar, siempre está buscando la manera de superarse
en sus diversos aspectos. Por lo tanto, podemos decir
que la educación es el fruto del trabajo humano incluyendo
en este el pensamiento y el actuar.

miércoles, 9 de abril de 2008

Trabalenguas


UdeC
    El cielo de Constantinopla
    se quiere desconstantinopolizar
    el destantinopolizador que lo descontantinopolizare
    buen descontantinopolizador será.

    El cielo de Parangaricutirimicuaro
    se quiere desparangaricutirimicuarizar
    el desparangaricutirimicuador que lo desparangaricutirimicuarizare
    buen desparangaricutirimicuador será

El cielo de Tenochtitlán
se quiere destenochtitlanizar
el tenochtitlanizador que lo destenochtitlanrizare
buen destenochtitlanizador será.